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Tipología   
Nombre del castillo:
Población:
Provincia:
Estado:
Castillo de Sanfiro o de Peñas de San Pedro
Peñas de San Pedro
Albacete
Ruinas

Datos de interés:
El cerro de San Pedro está totalmente amurallado con una longitud superior a 1000 metros, en cuyo interior hubo castillo, una población, distintas dependencias y acuartelamientos.

La fortaleza es de origen islámico, siendo construida en el siglo XII, y con reformas posteriores en los siglos XV, XVIII y XIX.

Es conocida en las fuentes árabes como Sant Bitar, Sant Bitru, Sanfiro o Sanfiruh, y en las cristianas como Rupe Sancti Petri o Pennas Sancti Petri.

Las primeras evidencias arqueológicas se remontan a la etapa del Bronce Final, (primeros siglos del Primer Milenio a.

c), con una amplia continuidad de su poblamiento hasta periodos más recientes.

Siendo la etapa de mayor relevancia en su conformación como enclave fortificado la edad media.

Durante la expansión y dominio del califato cordobés, cuando tenemos constancia del control y desarrollo del castillo por parte de los musulmanes, siendo un asentamiento que se extendería hasta la administración de la taifa de Murcia.

La localidad de Peñas de San Pedro fue reconquistada hacia 1216-1217 por una expedición de Alfonso VIII convirtiéndola en enclave cristiano, para ser recuperada más tarde por los musulmanes, tras un asalto por sorpresa al castillo.

La reconquista definitiva tuvo lugar hacia 1242.

La población sufre altibajos mientras depende del dominio de Alcaraz, especialmente debido a las condiciones inhóspitas de su primitiva ubicación, en el cerro del castillo.

Finalmente en 1537 el castillo de Peñas de San Pedro ya había conseguido una población superior a los 1900 habitantes, lo que le permitió adquirir su independencia con el título de villa reconocido por el emperador Carlos I.

A lo largo de toda la baja edad media se mantuvo bajo la dependencia y dominio de Alcaraz, sufriendo la población del sitio varios altibajos debidos sobre todo a las inhóspitas condiciones que la meseta del castillo ofrecía a sus pobladores.

Un villazgo adquirido gracias al respaldo económico que le posibilitaba el control del territorio y el cobro y administración de impuestos, sobre todo de tipo agrícola.

Tras lograr este importante paso la población de Peñas fue abandonando paulatinamente el castillo para asentarse en su ladera, conformando los orígenes del municipio actual.

La última gran etapa de este asentamiento se vincula al acuartelamiento militar de las primeras décadas del siglo XIX, debido a la Guerra de Independencia.

Según el Diccionario de Pascual Madoz, en 1810 el polvorín del nuevo cuartel de la iglesia explotó tras el impacto de un rayo, generando grandes desperfectos en el emplazamiento que llegaron a alcanzar las viviendas del municipio en la parte baja.

El castillo roquero es de planta irregular alargada, acoplada al espacio disponible, de grandes dimensiones y orientado al Noroeste-Sureste.

Tiene una longitud de 440 m y una anchura máxima de 110.

Todo el cerro estuvo rodeado de defensas, que no necesitaban ser muy fuertes, por lo difícil de su acceso.

Sus accesos se encuentran en la vertiente meridional, la menos empinada, puesto que en el resto del perímetro la verticalidad de las rocas lo hacen imposible.

A pesar de lo enriscado del lugar, la plataforma superior es bastante llana y en ella vivió la población civil, además de la militar, hasta que el pueblo se trasladó al llano en el siglo XVIII.

Por lo que en su interior existieron viviendas, iglesias, aljibes, cuarteles, almacenes y todas las instalaciones de una población y de una plaza militar.

Las obras de los siglos XVIII y XIX, están realizadas mediante mampostería irregular, de tamaño mediano o pequeño, trabadas con mortero de cal o yeso y enlucidas con mortero de similares características, conservándose de forma muy irregular, preparando las murallas para la artillería, pues fue muy transformado en el siglo XIX.

Las obras medievales son de tapial de hormigón, de tapial de tierra calicostrada o de mampostería regular y sillarejo, trabadas con mortero de cal, sin enlucir o rejuntar, pero son muy escasas y difíciles de distinguir.

El acceso discurre longitudinalmente a lo largo de toda la ladera Sur y el que sube en zig-zag, que debió ser su primitivo acceso, conservado después como salida de socorro.

Existe una balsa para la recogida de aguas de lluvia, conductos para su canalización, y aljibes para su almacenamiento.



Estado: Ruinas

Visitable: Si

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