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Tipología   
Nombre del castillo:
Población:
Provincia:
Estado:
Castillo de Montizón o de Santiago de Montizón
Villamanrique
Ciudad Real
Ruinas

Datos de interés:
El castillo de Montizón se encuentra a unos 9 kilómetros de la población de Villamanrique, sobre una no muy elevada formación rocosa del terreno.

El castillo fue levantado en el siglo XIII, aprovechando un corte vertical de la masa rocosa del cerro, sobre las aguas del río, que le sirve de gran foso natural en su lado este, posiblemente sobre restos de un castillo anterior, ya que según dicen Aben-Adharí y el arabista holandés de origen francés Dozy, en el año 913, los cordobeses tomaron el castillo después de someter toda la zona.

En el año 1212, tras las Navas de Tolosa, Alfonso VIII somete toda la zona hasta Alcaraz, en medio de la cual se encuentra el castillo de Montizón, por lo que no habría presencia ya de musulmanes.

El castillo de Montizón, se levantó o reconstruyó, en este lugar para controlar uno de los caminos que desde Montiel llevaban hasta Jaén y la Vía Hercúlea o Augusta, que desde Gadir (Cádiz) conducía hasta Tarraco (Tarragona) y de ahí, a la misma Roma.

En este siglo XIII se denominaba «Bellomonte» y tras su repoblación en el s.

XV pasó a llamarse «Belmonte de la Sierra» y posteriormente «Belmontejo».

Al norte de Villamanrique y cerca del camino de Hercúleo existen restos de un campamento romano, actualmente conocido como ruinas romanas de «El Gollizno».

El año 1223 parece la primera fecha en la que aparece nombrado el castillo, por medio de la 6ª Bula Confirmatoria del Papa Honorio III, en la que concede a la orden de Santiago el castillo con sus pertenencias.

Sin embargo, la mayoría de historiadores coincide en fijar la época de su construcción durante el mandato del maestre de la orden de Santiago, el portugués Pelayo Pérez Correa (1242-1275).

La fortaleza, forma un triángulo con la torre de la Higuera y el castillo de Eznavexore (fortaleza más antigua del campo de Montiel), el cual resultaba perfecto para la defensa ya que impedía el paso no autorizado entre Jaén y Montiel.

Durante los siglos siguientes a su construcción se produjeron diversas alternativas civiles entre distintas casas y familias de la realeza.

En el año 1458 muere Garcilaso de la Vega, el actual comendador del castillo y el rey Enrique IV, comete el error de entregarlo a Diego Cerezo, un hermano del futuro condestable de Castilla, Miguel Lucas de Iranzo, partidario de Enrique IV, en lugar de a parientes del fallecido, lo que provocó varias disputas civiles y acosos al castillo entre las distintas partes.

Las familias de los Manrique y de los Benavides asedian varias veces el castillo, construyendo incluso una fortificación cercana.

En el año 1464 llegan tropas en auxilio de los sitiados, produciéndose la misma situación en el año 1466 con el mismo resultado final, hasta que en el año 1467 se produce un tercer asedio en el que participa el joven capitán Jorge Manrique, capitulando en esta ocasión el castillo.

Pocos años después, el capitán Jorge Manrique, fue nombrado Comendador de la Orden.

Ya convertido en comendador de Montizón, inicia obras de reforma en el castillo, trasladándose a vivir en él junto a su esposa doña Guiomar de Meneses.

Será aquí cuando Jorge Manrique escribió algunas de sus obras, como «Castillo de amor», clara referencia a su castillo y al río Guadalén.

La fortaleza nombrada está’n los altos alcores d’una cuesta sobre vna peña tajada, maçiça toda d’amores, muy bien puesta, y tiene dos baluartes 20 hazia el cabo c’a sentido ell oluidar, y cerca a las otras partes vn río mucho crecido qu’es membrar… …El muro tiene d’amor las almenas de lealtad, la barrera qual nunca tuuo amador, ni menos la voluntad de tal manera, la puerta d’un tal desseo que, aunqu’esté del todo entrada y encendida, si presupongo c’os veo, luego la tengo cobrada y socorrida… El 18 de diciembre de 1474 el Maestre de Santiago, conde de Paredes y Navas y señor de Belmontejo, don Rodrigo Manrique, consigue la independencia respecto de Torre de Juan Abad convirtiéndola en villa.

En gratitud, sus ciudadanos le cambiaron el nombre de Belmontejo a Villamanrique (Villa de Rodrigo Manrique).

Don Rodrigo fallecerá en el año 1476, víctima de un cáncer que le termina desfigurando el rostro.

Ya en el año 1479 Jorge Manrique muere durante el asalto al castillo de Garcimuñoz, con su muerte se generan tensiones entre su hijo Luis Manrique y Alonso de Cárdenas, Maestre de la Orden, por las rentas de la Encomienda de Montizón y de la Torre de Juan Abad.

Finalmente, termina interviniendo el propio Papa Sixto IV, quien resuelve el litigio en favor de Luis Manrique.

Por su gran tamaño, se trasladó allí a numerosa población de Torre de Juan Abad, y otros asentamientos vecinos.

A comienzos del siglo XVI, la villa era un punto de paso estratégico para trasladarse por el sur de España, desde el reino de Valencia al de Granada y Andalucía.

Además de para acceder al resto de La Mancha y al Priorazgo de San Juan para Granada, actuando el pueblo como puerto.

En el siglo XVII, el castillo, dejó de tener funcionalidad y debido a esto entró en un claro periodo de decadencia y deterioro.

En el año 1855, con la entrada en vigor de la Ley Madoz, el castillo es vendido en pública subasta.

Su propietario don Antonio de Lara y Villada, Marqués de Villamedina, hizo en él diversas reformas y modificaciones, tratando de convertirlo en palacio y casa de labor, desfigurando aún más su primitivo estado.

Posteriormente pasa por otras manos hasta terminar en la de los actuales propietarios, don Samuel Flores Romano.

El castillo está construido a base de mampostería, con una estructura compleja y una planta irregular, conformado por 4 recintos.

-El 1er recinto, muralla de la puebla, completa.

-El 2º recinto con todas sus murallas con torres cilíndricas, que constituía una segunda muralla en la zona de albacaras, lugar donde solía guardarse el ganado ovino y vacuno.

-El 3er recinto, o recinto principal, con 2 puertas de acceso, murallas almenadas completas, restos de estancias.

-El 4º recinto donde está la torre del homenaje.

La torre del homenaje es de gruesas paredes y sin edificación amurallada delante.

Fue levantada sobre roca viva y sobre el río Guadalén, trabajando su acantilado en puntos estratégicos para dotarla de mayor verticalidad y así impedir los asaltos.

Posee una planta baja y 2 plantas más (la última de ellas no tiene techumbre).

Su zona más larga es la que da al patio de armas, constituida por 28 metros de longitud.

En el patio existen 3 alturas, en la primera se encuentra la iglesia, el aljibe, la despensa y la subida al adarve.

Antes de entrar al castillo se encuentra una mazmorra grande.

La entrada del castillo hay una bóveda pequeña a manera de zagúan y otra bóveda mayor que sirve de pajar y por esta bóveda se sale al patio del castillo que es medianamente grande.



Estado: Ruinas

Visitable: Si

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