Datos de interés:La primera mención al castillo de Tiedra data de los tiempos de Sancho II de Castilla (siglo XI).
Tras la separación de los reinos de Castilla y León, Tiedra formó parte del segundo.
Alfonso IX de León lo entregó en compensación, junto a San Pedro de Latarce, a su mujer, la infanta castellana doña Berenguela, cuando se anuló su matrimonio, y en 1285 Sancho IV de Castilla entrega como recompensa a don Pedro Álvarez de Asturias la villa de Tiedra.
El matrimonio de su hija con Alfonso de Meneses incorpora Tiedra al señorío de los Téllez de Meneses.
Cuando muere el último vástago del linaje, Enrique II dona sus señoríos a su hermano don Sancho, abuelo de los Infantes de Aragón, Juan II les confisca la villa en 1430 para entregarla años después a don Pedro Girón, Maestre de Calatrava, cuyo señorío confirmarán los Reyes Católicos.
La fortaleza permanece definitivamente en la Casa de Osuna hasta el siglo XIX.
El castillo actual tiene su origen en una torre defensiva de finales del siglo XII situada junto a una esquina de la cerca de repoblación.
En el S.
XIV se cierra alrededor de la torre con un muro que enlaza con la muralla de la villa.
Los lienzos sur y oeste de la muralla, corresponden a parte de la primera cerca de repoblación, los lados este y norte se levantaron en el siglo XIV por los Téllez de Meneses para cerrar el muro en torno a la torre.
El diferente acabado de las almenas ilustra las distintas épocas de su construcción.
En su construcción se empleó la técnica de encofrado de mampostería rellenada de mortero de cal y cantos.
Tiene 2 puertas, una en el lienzo norte, puerta principal de acceso y un postigo en el lienzo sur, elevado sobre el cerro, que fue cegado en el pasado y actualmente se ha recuperado (la buena cantería y la disposición de las puertas datan esta parte hacia el año 1200).
La estructura del castillo es muy simple con una torre cuadrada protegida por una muralla almenada, con 3 cubos en 3 de sus lados, de los cuales uno se encuentra actualmente en ruinas.
El castillo aprovecha en origen 2 tramos de la antigua cerca (los lienzos norte y oeste).
La torre, que hoy se nos muestra como una construcción exenta en el centro de la fortificación, en origen estuvo intramuros.
A esta torre se la podría datar en los años finales del siglo XIII o inicios del XIV, por las ladroneras superiores, la bóveda de arcos fajones y el acceso a la escalera, si bien hay autores que han sugerido la posibilidad de una mayor antigüedad para esta torre, de alrededor del año 1200.
Es de una esmerada sillería con una planta cuadrada y una altura de 28 metros y un ancho de 11 por 9 metros.
Su morfología responde a la función defensiva que tuvo en su origen como bastión de la defensa de la frontera interior de los reinos de León y de Castilla, perteneciendo al reino de León.
Posee una planta subterránea y otras 4 plantas más (una de ellas abovedada y una azotea).
–La planta baja originalmente albergaría las dependencias del cuerpo de guardia.
Su acceso está rematado por un arco de medio punto cegado cuya prolongación interior forma una bóveda de cañón rebajada donde se ubicaría una doble puerta.
Se pueden observar los anclajes de sendas puertas, así como los huecos para sus respectivos trancos.
Bajo la sala existe un subterráneo que pudo utilizarse como mazmorra o almacén.
Los muros, de un espesor medio en toda la torre de 2,50 metros, presentan ventanas abocinadas con función de saeteras.
La cara sur de la torre en este nivel perdió su revestimiento interior de sillares a finales del siglo XIX y se ha restaurado con otro material.
Esta planta no se comunicaba con las superiores siendo esto otro elemento defensivo.
–La planta primera albergaba las dependencias del alcaide.
Esta planta perdió su viguería original a finales del siglo XIX al igual que la escalera de piedra embutida en el muro sur, cuyo arranque se observa desde este nivel.
En el siglo XX al ser utilizada la torre como palomar se construyeron unas paredes de adobe para albergar los nidales que ocupaban la planta inferior y la totalidad de ésta.
Se trata de una sala de carácter austero con una puerta rematada con arco de medio punto cegado.
Este acceso elevado comunicaría con el adarve o paseo de ronda mediante una pasarela que habría de retirarse en caso de asedio.
En la cara sur presenta ventanales abocinados en forma de saetera a los que el trazado de la primitiva escalera permitiría acceder para cumplir con su función defensiva desde el interior.
En el muro norte pueden apreciarse numerosas marcas de canteros.
–La segunda planta ha conservado parte de la estructura de madera que sustentaba la escalera que sustituyó a la original, así como unas impresionantes vigas de varios siglos de antigüedad.
Actualmente alberga exposiciones temporales.
–La tercera planta estaba destinada a ser sala de recepciones donde el tenente o señor de la fortaleza despacharía los asuntos de la administración e impartiría justicia, presenta amplios ventanales ajimezados.
El ventanal de la cara norte debió de levantarse en una época posterior, sustituyendo a una primitiva saetera, para permitir la vista hacia la población.
Lo más destacable es sin duda la esbelta bóveda ojival reforzada por arcos fajones que descansan sobre 4 ménsulas diferentes.
En la cara oeste, se abre una pequeña puerta flanqueada por un arco que remata en 2 hermosos capiteles.
Ésta da acceso a una escalera de caracol a través de la cual se sube a la cubierta de la torre rematada por almenas, donde se ha recreado lo fue su sistema defensivo vertical basado en buhardas de madera apoyadas sobre matacanes de piedra en sus cuatro lados, característica de la torre de Tiedra.
Restaurado el almenado de la torre, es necesario acceder a la cubierta desde la garita de la escalera de acceso hecha de ladrillo y conocida por los tiedranos como el bolo, que antes de la restauración sobresalía ostensiblemente conformando un perfil de la torre muy peculiar.
Estado: Deteriorado
Visitable: Si
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