Datos de interés:
La Iglesia fortificada es de estilo románico con influencias mudéjares y probablemente el edificio religioso más antiguo que se conserva de los construidos por la Orden de Calatrava.
Algunos de los investigadores sitúan el inicio de su construcción en torno al reinado de Alfonso VIII, es decir, entre finales del siglo XII y comienzos del XIII, pero parece más correcto llevar esta fecha hacia el segundo tercio del siglo XIII, cuando la Orden de San Juan, una vez consolidado este territorio tras la batalla de las Navas de Tolosa (1212), propició la repoblación de esta zona.
Su aspecto fortificado viene dado por la imagen exterior del ábside de la nave central, cuya configuración parece que deriva de una torre vigía del siglo X, que se construyó para controlar el paso del río Cigüela en este ámbito.
Posteriormente esa torre de vigilancia sería aprovechada para edificar el ábside principal de planta semicircular, que nos ofrece al exterior una expresiva división en 3 zonas, de 5 tramos rematada en triple cabecera:
-La inferior realizada en mampostería.
-La central con un llamativo cuerpo conformado por una doble hilera de arcos ciegos realizados en ladrillo, presentando los inferiores forma de mitra y los superiores forma de herradura
-La superior realizada en mampostería encintada rematada por almenas.
Más allá del ábside central, el aspecto robusto de la construcción se percibe por todo este edificio, que cuenta con escasos vanos.
La planta de la iglesia es de 3 naves, que están separadas por gruesos pilares de piedra, de forma cuadrangular, sobre los que se levantan arcos de medio punto.
El ábside de la nave central se cubre con bóveda de cañón y de horno, realizadas en ladrillo y a él se accede a través de un vistoso arco de triunfo de medio punto con su trasdós lobulado.
Los ábsides de las naves laterales son de planta rectangular y están cubiertos con bóvedas vaídas.
Otro de los elementos que contribuyen a engrandecer el valor de esta singular construcción es la presencia de unas llamativas pinturas de estilo románico que fueron descubiertas 1966, en la capilla absidal de la nave de la Epístola al eliminar unas yeserías barrocas.
Estas pinturas románicas al fresco (derivan de la corriente italo-bizantina), son de finales del siglo XIII, están perfiladas con líneas negras (también muestran tonos ocres y rojizos) que representan escenas animales y de la Última Cena y están consideradas en su estilo románico las más meridionales de las halladas hasta ahora en Europa.
Estado: Buen estado
Visitable: Si
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