Datos de interés:Íscar se localiza en la zona conocida como Tierra de Pinares, llanura de arenas cuaternarias.
El castillo se localiza en un cerro que domina la villa y sus tierras y se levanta sobre ruinas de antiguas fortalezas ya que este lugar ya había sido utilizado para fines defensivos desde los tiempos de la línea del Duero.
El castillo de Íscar data del siglo XV, aunque se asienta sobre unas ruinas de una fortaleza anterior del siglo XIII.
Las referencias que se tienen acerca de este castillo son variadas, las primeras referencias datan del año 939 cuando las tropas de Abderramán III lo asaltan y destruyen.
El conde Martín Alfonso repuebla la villa de nuevo en el año 1089.
Vuelve a aparecer documentado en el reinado de Alfonso XI, cuando mandó ajusticiar al alcalde y escarmentar al señor de la fortaleza, Juan Martínez de Leyva, por haber impedido entrar al castillo al rey mientras practicaba la caza.
En el siglo XV el matrimonio de Aldonza de Avellaneda con Diego López de Zúñiga, supone la integración en el señorío de los Condes de Miranda del Castañar, al que pertenecen hasta el siglo XIX.
En la segunda mitad del siglo XV, Pedro de Zúñiga, segundo Conde de Miranda de Castañar, procede a una reforma, que consiste, en un refuerzo general de la torre, con fines defensivos y constructivos.
Se edificó un cuerpo torreado, a modo de barbacana, que servía de antepuerta y acceso a la torre mediante un puente levadizo.
Se levantó una barrera artillera con 4 cubos circulares con troneras, se añadieron al recinto primitivo otros 3 cubos iguales y se construyó una bóveda de crucería en el interior de la torre, reforzada después con una columna central.
En el lado opuesto se construyó un gran espolón defensivo flanqueado por 2 pequeñas torres, en una de las cuales está coronada por 2 escudos con la heráldica de Don Pedro de Zúñiga y Avellanada y de su esposa, Catalina de Velasco y Mendoza, que permiten datar la obra entre 1478 y 1493.
En el primer tercio del siglo XVI, para evitar la ruina de la torre, fue preciso reforzar la bóveda de sillería con una robusta columna central, coincidiendo con la reconstrucción del muro sur de la torre, insertando un nuevo cubo en la muralla.
Todo el castillo se cierra con una muralla que se adapta perfectamente a la base del cerro.
Las excavaciones arqueológicas en el patio han descubierto restos de muros y pavimentos de estancias residenciales.
Lo mejor conservado es su torre del homenaje, de planta pentagonal, hecha de grandes sillares y rodeada de muralla con torreones intercalados.
Se corona con matacanes, habiéndose perdido sus almenas.
4 de sus ángulos se rematan con torrecillas cilíndricas y el quinto con un gran escudo de los antiguos dueños.
El interior se divide en cinco niveles, albergando una bóveda de crucería.
Tuvo un foso que defendía el acceso desde el páramo.
Estado: Deteriorado
Visitable: Si
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