Datos de interés:
El origen de Constantina está vinculado a la explotación de las minas de cobre y plata existentes en sus alrededores.
Hay pruebas de que en la zona hubo asentamientos de celtas beturienses, presencia púnica y contacto comercial con los fenicios.
El castillo de Constantina se asienta sobre los restos de un castrum romano anterior y posiblemente otras estructuras militares que se construyeron aprovechando el dominio que el cerro en el que se ubica tiene sobre el Valle de la Osa.
El edificio actual data de época árabe, dado que defendía el eje norte-sur con destino en Sevilla y reforzaba la línea defensiva de la Cora (distrito) de Firrish.
Después de la conquista por el rey santo, Fernando III, al que le entregaron las llaves de su castillo en el año 1247, Constantina conservó su población musulmana, como lo atestigua la importancia de su Morería.
Constantina jugó un papel muy importante en las guerras de banderías entre las casas nobles dominantes en Sevilla, hasta que en el año 1478 el castillo fue recuperado por las fuerzas reales de Isabel la Católica.
A partir de entonces Constantina se desarrolló como una villa de realengo, vinculada al señorío de la ciudad de Sevilla, lo que le permitió participar, en cierta forma, de las consecuencias del descubrimiento de América y en las actividades comerciales de exportación de vinos y aguardientes hacia las Indias.
El castillo en el que se cuenta que pernoctaron los Reyes católicos, se levantó con materiales muy podres, como son la argamasa de arcilla y piedra.
De esta fortaleza se mantiene la mayor parte del recinto poligonal y aún están completas tres de sus siete torres, destacando los 12 metros de altura y 60 metros cuadrados de planta, de la torre del homenaje que sirve de aporte seguridad a la entrada acodada que da acceso a la plaza de armas.
Se conserva en muy buen estado el aljibe que aseguraba el suministro de agua a la guarnición militar.
Estado: Ruinas
Visitable: Si
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