Datos de interés:
El Castillo de Fuentes se emplaza en el sector Suroeste del Conjunto Histórico de Fuentes, más concretamente en la manzana formada por las calles General Armedo (al Norte), Plaza de España (al Este), calle Alameda (al Sur) y calle Las Monjas (al Oeste).
Este núcleo defensivo es descrito por los autores del Catálogo Arqueológico y Artístico de la provincia de Sevilla como El Castillo de Fuentes, ocupando el costado Oeste de la plaza mayor de la villa.
Su traza parece indicar un origen musulmán: el Albacar es de forma cuadrada, de 40 metros de lado, y el adarve de tapial con un espesor de 1,80 metros.
El recinto, orientado a los puntos cardinales, está flanqueado por torres salientes colocadas en los cuatro ángulos y en el centro de los lados, y tiene planta rectangular.
La del costado Sur es la torre del homenaje y entre ella y la del ángulo Sureste se abre, ligeramente resaltada del paramento del muro, la puerta del recinto, hoy tapiada pero de la que se pudo observar el gran arco, al parecer de herradura apuntado, encuadrado en alfiz.
La mitad oriental de este lienzo Sur en que se abre la puerta se halla un poco adelantada respecto a la otra mitad, haciendo el muro un pequeño codo a partir del ángulo Noreste de la torre del homenaje.
Ésta, como las demás, es de tapial, de planta rectangular de 8,75 por 7,75 metros, teniendo dos cámaras superpuestas y encima planta de azotea.
La cámara de la primera planta está cubierta por bóveda vaída de rosca de ladrillo arrancada de una sencilla nacela.
Su entrada primitiva estuvo al costado Norte, penetrándose desde el patio de armas de la fortaleza a través de un paso cubierto por bóveda de medio cañón, abierto en el espesor del muro.
En cuanto a la segunda cámara, el acceso es a través de una escalera desarrollada en el espesor del muro Oeste, estando la escalera cubierta por cuatro tramos de bóveda de medio cañón escalonados.
Esta segunda cámara contiene una bóveda vaída sobre arcos resaltados que arrancan de sencillas impostas.
En cuanto a la planta de la azotea, tiene una garita para proteger el desembarco de la escalera, conservando muy deteriorado el parapeto, de 43 centímetros de grueso, sobre imposta, aunque sin presentar rastro de almenas.
En las cuatro esquinas de la torre existen las ménsulas de piedra, con perfil de triple bocel escalonado, que sostuvieron los matacanes.
Asimismo, en el centro del lado Norte se conservan las ménsulas del matacán colocado sobre la puerta de acceso a la torre desde el patio de armas.
En el centro del recinto hay un aljibe abovedado del que queda visible al exterior una lumbrera.
El Castillo de Fuentes podría adscribirse a momentos almohades, aunque cabría la posibilidad de que perteneciera a momentos más antiguos dentro del período islámico.
El recinto sufrió algunas remodelaciones a partir del siglo XIV y XV, cuando se impulsó la repoblación de la Campiña, siendo común que el señorío se constituyera con centro en un castillo.
Éste parece ser que fue el caso de Fuentes, en el que el caserío y el castillo fueron concedidos a principios del siglo XIV por Alfonso XI a Alvar Pérez de Guzmán, siendo comprado posteriormente por Alfonso Fernández, fundando éste el mayorazgo del Castillo de Fuentes el al año 1378.
El castillo de Fuentes y las propiedades anejas se convirtieron en la posesión más preciada de esta familia, hasta el punto de que el lugar dio nombre al linaje.
A finales del siglo XIV el mayorazgo del castillo tenía el privilegio de los cien excusados de todo tipo de impuestos, privilegio que fue dado por el rey Juan I en 1379 para incentivar la repoblación de la villa emprendida por el ya citado Alfonso Fernández, siendo este lugar «frontera de moros».
De lo anteriormente expuesto, y a juzgar por la edilicia constructiva de la torre del homenaje, así como el recrecido del adarve en el ángulo Suroeste el cual fue recrecido unos 4 metros, nos indica dos períodos de construcción: el primer período sería originario de época islámica y una posterior remodelación en época cristiana.
El castillo se encuentra actualmente enmascarado por construcciones que se adosan en su perímetro, del cual apenas destaca la torre del homenaje.
El recinto amurallado se conserva en muros de carga de la edificación.
Estado: Ruinas
Visitable: Si
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